sábado, 12 de mayo de 2012

LAS MUJERES EMBARAZADAS CON SOBREPESO ESTÁN EN MAYOR RIESGO DE COMPLICACIONES


Las madres con glucemia elevada también podrían pasar desapercibidas por los médicos, advierten investigadores

Imagen de noticias HealthDay

MARTES, 17 de abril (HealthDay News) -- Las mujeres embarazadas que tienen sobrepeso y niveles ligeramente elevados de glucemia están en mayor riesgo de complicaciones del embarazo, muestra un estudio reciente.
Esas mujeres tienen un riesgo más elevado que las que son obesas con glucemia normal, o las que tienen diabetes gestacional y peso normal, señalaron los investigadores.
Por lo general, los médicos se preocupan sobre las mujeres embarazadas que son obesas o que sufren de diabetes gestacional, pero tienden a pasar por alto a las que tienen sobrepeso y sufren de niveles de glucemia ligeramente elevados, señalaron.
"Son mujeres de las que no nos hemos preocupado porque no tienen diabetes gestacional y no son obesas, pero nuestro estudio muestra que si se está cerca de una de esas dos afecciones, se pueden tener algunos riesgos significativos", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Northwestern el investigador líder, el Dr. Boyd Metzger, profesor de medicina y endocrinología de la Facultad de Medicina Feinberg de la universidad y médico del Hospital Conmemorativo de Northwestern, en Chicago.
"Debemos abordar la combinación de sobrepeso y glucemia en estas mujeres con la misma urgencia que en las mujeres que son obesas o tienen diabetes gestacional", añadió.
El estudio de más de 23,000 mujeres en nueve países halló que las mujeres embarazadas que son obesas y sufren de diabetes gestacional, y las que tienen sobrepeso y glucemia ligeramente elevada, son más propensas a tener bebés grandes. Tener un bebé grande aumenta el riesgo de lesión del bebé durante un parto vaginal, aumentando así las probabilidades de una cesárea, anotaron los investigadores en el comunicado de prensa.
En comparación con los bebés nacidos de madres con peso y glucemia normales, los bebés nacidos de mujeres obesas con diabetes gestacional pesaban casi 340 gramos (doce onzas) más. Los nacidos de mujeres con sobrepeso (pero no obesas) con una glucemia ligeramente elevada pesaban alrededor de 213 gramos (7.5 onzas) más. Los bebés nacidos de madres de peso normal con diabetes gestacional pesaban casi 170 gramos (6 onzas) más, y los nacidos de madres obesas con niveles normales de glucemia pesaban más de 170 gramos (6 onzas) más.
Los investigadores también señalaron que los bebés nacidos de mujeres con exceso de peso y niveles más altos de glucemia también son más propensos a tener niveles más altos de insulina y más bajos de glucemia. Eventualmente, esos efectos pueden provocar obesidad y diabetes en el niño.
El estudio aparece en la edición de abril de la revista Diabetes Care.
"El mensaje principal de esto es que cuando se observa el impacto de la nutrición, el metabolismo y el peso sobre los resultados del embarazo, toda mujer (en su primera consulta prenatal) debe recibir una remisión a una sesión con un dietista y un plan de alimentación adecuado para el embarazo", enfatizó Metzger, quien también es profesor de metabolismo y nutrición. "Esto no sucede, pero debería, y las compañías de seguro deberían reembolsarlo".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Northwestern University, news release, April 11, 2012

RELACIONAN UNA AFECCIÓN TIROIDEA CON LOS PROBLEMAS CARDÍACOS


El riesgo de fibrilación auricular fue particularmente elevado
Traducido del inglés: martes, 24 de abril, 2012
Imagen de noticias HealthDay

LUNES, 23 de abril (HealthDay News) -- Nueva evidencia sugiere que un tipo de afección de hiperactividad tiroidea parece fomentar el riesgo de problemas cardiacos, sobre todo fibrilación auricular (una forma de latido cardiaco irregular) y muerte prematura.
A veces, los pacientes se muestran renuentes a tomar medida sobre la afección, conocida como hipertiroidismo subclínico, porque con frecuencia no causa síntomas. Sin embargo, los hallazgos muestran que "médicos y pacientes deben tomárselo en serio y pensar en la forma adecuada de tratarlo para prevenir aumentos en la enfermedad cardiaca, los problemas óseos y la muerte", señaló el Dr. Kenneth Burman, jefe de la sección endocrina del Centro Hospitalario de Washington en Washington, D.C.
Los pacientes de hipertiroidismo subclínico tienen un exceso de la hormona creada por la glándula tiroides, que ayuda a controlar el metabolismo humano. Se calcula que 10 por ciento de la población sufre de la enfermedad, que se considera menos grave que el hipertiroidismo declarado.
Durante años, los investigadores se han preguntado si el hipertiroidismo subclínico coloca a las personas en riesgo de una variedad de problemas de salud. Investigaciones anteriores han sugerido que sí, y el nuevo estudio observa más de cerca y halla más motivos para sospechar que la afección es peligrosa.
Los autores del informe examinaron los resultados de 10 estudios que incluían a casi 53,000 participantes. Tras ajustar las estadísticas para que no fueran sesgadas por números altos o bajos de participantes de ciertas edades o sexos, los investigadores hallaron que los que tenían hipertiroidismo subclínico eran 24 por ciento más propensos a morir durante los periodos del estudio, 29 por ciento más propensos a morir por problemas relacionados con el corazón, y 68 por ciento más propensos a sufrir de fibrilación auricular.
Burman, quien escribió un comentario que acompañó al estudio, planteó que el riesgo de muerte precoz y problemas cardiacos era bajo incluso con el aumento. Por ejemplo, el riesgo de muerte durante el periodo del estudio aumentó de un total de 16 por ciento entre los que tenían niveles normales de tiroides a 18 por ciento entre los que tenían hipertiroidismo subclínico. Pero el aumento en el riesgo de fibrilación auricular sí fue significativo, advirtió. La fibrilación auricular hace que el corazón no lata de forma adecuada, poniendo a los pacientes en mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
¿Qué se puede hacer? Con frecuencia, los médicos recurren primero a medicamentos, y luego a cirugía o tratamiento con yodo radioactivo, apuntó Burman. Pero los fármacos generan dudas, dijo. "¿Se les mantiene con los medicamentos de forma indefinida cuando se sientan bien, dado que los medicamentos tienen efectos secundarios?".
El Dr. Nicolas Rodondi, coautor del estudio y director de atención ambulatoria de la Universidad de Bern en Suiza, dijo que el tratamiento se debe considerar si los pacientes están en ciertos grupos de riesgo, y solo si sus niveles de tiroides siguen siendo anómalos tras evaluarlos nuevamente después de tres a seis meses.
El próximo paso en la investigación es confirmar los hallazgos del análisis y explorar en qué forma el tratamiento podría ayudar a los pacientes a reducir sus riesgos de problemas, señaló.
El estudio aparece en la edición en línea del 23 de abril de la revista Archives of Internal Medicine. Un segundo estudio que también aparece en la revista examinó si el fármaco levotiroxina de sodio (una forma artificial de la hormona tiroides) ayudaría a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares en pacientes de hipertiroidismo subclínico.
El estudio de unos 4,800 pacientes, liderado por investigadores de la Universidad de Newcastle en Inglaterra, halló que el fármaco (cuyas marcas incluyen Synthroid), parecía reducir el riesgo de problemas cardiacos en pacientes relativamente jóvenes (entre los 40 y los 70) pero no en pacientes mayores (de más de 70 años).
En los pacientes más jóvenes, alrededor del cuatro por ciento de los tratados con el fármaco tenían enfermedad cardiaca, frente a casi 7 por ciento de los que no fueron tratados. Tras ajustar las estadísticas para que varios factores no las sesgaran, los investigadores hallaron que los que tomaban el medicamento tenían un riesgo 39 por ciento más bajo de enfermedad cardiaca.
Sin embargo, el fármaco puede provocar varios efectos secundarios. Los investigadores no pudieron explicar definitivamente el motivo de que los pacientes mayores no percibieran el mismo beneficio de salud.
Un coautor de este estudio recibió honorarios por conferencias del fabricante del fármaco, Merck Serono.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Nicolas Rodondi, M.D., head of ambulatory care, Department of General Internal Medicine, University of Bern, Switzerland; Kenneth Burman, M.D., chief, Endocrine Section, Department of Medicine, Washington Hospital Center, Washington, D.C.; April 23, 2012, Archives of Internal Medicine online

LA GRASA VISCERAL ESTARÍA ASOCIADA CON EL TAMAÑO DE LA PRÓSTATA Y EL NIVEL DE PSA

Traducido del inglés: lunes, 16 de abril, 2012
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio transversal de una cohorte de hombres asiáticos sugiere que el tejido adiposo visceral estaría asociado con el tamaño de la próstata.
Aun así, los autores, de Corea, opinan en la revista Journal of Urology que se necesita un estudio longitudinal para confirmar los resultados.
El equipo del doctor Jin-ho Park, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Seúl, asegura que el índice de masa corporal (IMC) está negativamente asociado con el nivel de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), quizás al disolverse por un aumento del plasma sanguíneo.
Pero existen indicios de que el IMC en hombres obesos está positivamente asociado con el tamaño de la próstata, lo que a la vez estaría positivamente asociado con el PSA.
Y esto, para los autores, es confuso: "Si la obesidad afecta negativamente el PSA a través de la hemodilución, sería difícil explicar los efectos contradictorios de la obesidad en el PSA (efecto negativo) y el tamaño de la próstata (efecto positivo), en especial porque el volumen prostático (VP) tiene un efecto positivo en el nivel de PSA", escribe el equipo.
El equipo utilizó ultrasonido transrectal para determinar el VP de 6.389 hombres de entre 30 y 79 años. Con tomografías computarizadas evaluó el tejido adiposo visceral y subcutáneo.
El IMC, la circunferencia de cintura y el tejido adiposo subcutáneo estuvieron inversamente asociados con el PSA. Pero la circunferencia de cintura y el tejido graso visceral y subcutáneo estuvieron positivamente asociados con el PSA masa.
EL IMC, la circunferencia de cintura y el tejido adiposo subcutáneo estuvieron negativamente asociado con la relación PSA masa, lo que no ocurrió con la grasa visceral. Al considerar este último tejido graso, el IMC perdió su relación con el VP. Pero tras considerar el IMC, la relación entre la grasa visceral y el VP se mantuvo.
Por lo tanto, el equipo concluye: "La adiposidad visceral es el principal factor determinante del aumento del VP y de la producción de PSA (...) Controlar la obesidad abdominal podría prevenir el agrandamiento de la próstata y las complicaciones que produce".
Los autores señalaron también que los hombres "con obesidad central y agrandamiento de la próstata sufren un aumento del riesgo de obtener falsos positivos en la pesquisa del cáncer prostático debido a los altos niveles basales de PSA".
Los resultados no se pueden generalizar a todas las etnias. "El IMC tiende a ser menor en los asiáticos que en los occidentales, mientras que el PSA en sangre es menor en los coreanos que en los afroamericanos", ponen como ejemplo los autores.
Lionel L. Banez, del Centro Médico de la Duke University, en Carolina del Norte, y co-autor de un editorial que acompaña al estudio, dijo que "comprender la compleja relación entre la obesidad y la biología de la próstata será clave para descubrir por qué los pacientes con cáncer prostático son más propensos a morir por la enfermedad que sus pares no obesos".
"Si se validan estos resultados, los mecanismos subyacentes por los que la adiposidad visceral afecta la salud de la próstata merecen más investigación", agregó Banez.
Park no respondió las consultas de Reuters Health. 



FUENTE: Journal of Urology, online 14 de marzo del 2012

LA LACTANCIA TEMPRANA ES SEGURA Y BENEFICIA A PREMATUROS CON RETRASO DE CRECIEMIENTO

Traducido del inglés: martes, 17 de abril, 2012
NUEVA YORK (Reuters Health) - Comenzar a alimentar con pequeñas cantidades de leche a los bebés prematuros con retraso del crecimiento entre las 24 y 48 horas posteriores al parto es seguro y beneficioso si no tienen alguna enfermedad o están inestables.
Así lo demostró un estudio del Reino Unido e Irlanda sobre 404 bebés de 54 hospitales. Todos habían nacido antes de la semana 35 de gestación, con un peso inferior al percentilo 10 y con evidencias prenatales por Doppler de retraso del crecimiento.
Al azar, la mitad comenzó a recibir alimento por vía enteral a los dos días de vida y la otra mitad, recién al sexto día de vida.
En la revista Pediatrics, los autores detallan que los bebés del primer grupo lograron una alimentación sostenida y completa por vía enteral antes que los del otro grupo (18 versus 21 días).
"Eso redujo unos tres días el uso de nutrición por vía intravenosa", dijo la autora, doctora Alison Leaf, del Centro de Investigación Biomédica para la Nutrición, la Dieta y el Estilo de Vida de la Universidad de Southampton y del Hospital General de Southampton.
Según su experiencia, "con apoyo, la mayoría de las madres puede proporcionarle a su bebé algo de leche dentro de las 24-48 horas del parto".
Además, señaló, "la lactancia temprana no estuvo asociada con un aumento de las complicaciones intestinales graves, en especial la enterocolitis necrotizante (ECN)".
En los bebés alimentados con leche tempranamente se registraron 36 episodios (un 18 por ciento) de ECN de todos los grados, comparados con 30 (un 15 por ciento) en el grupo de control. La incidencia de la ECN de estadio 2 y 3, "que es de mayor gravedad clínica", fue del 8 por ciento en ambos grupos.
La "patología abdominal" fue más común en el primero que en el segundo grupo: 59 (un 29 por ciento) versus 42 (un 21 por ciento) bebés con por lo menos un episodio de enfermedad abdominal. El equipo lo atribuyó principalmente a una mayor cantidad de casos de dismotilidad, síndrome de tapón de meconio y ECN de estadio 1.
"No hubo diferencia en la cantidad de niños con íleo séptico, perforación intestinal, cirugía o muerte por complicaciones gastrointestinales", escribe el equipo.
La ictericia por colestasis no fue tan común en el primero como en el segundo grupo (un 13 versus un 22 por ciento). Tampoco lo fue la incidencia de la sepsis de aparición tardía (un 28 versus un 35 por ciento).
No hubo diferencia en la duración de la estadía en el hospital o en la UTI (unidad de terapia intensiva), mientras que el inicio temprano de la alimentación mejoró el resultado SD para el peso al alta.
"Nuestro estudio no reveló evidencia a favor de retrasar más allá de las 24 ó 48 horas del parto la introducción de pequeñas cantidades de leche por vía enteral en la alimentación de los prematuros con retraso del desarrollo", concluyen los autores.
La doctora Paraskevi Karagianni, del Departamento de Neonatología de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, en Grecia, y revisora del estudio, manifestó que los resultados "reafirman los hallazgos de estudios previos".
Por su parte, consideró Leaf, "en los hospitales que retrasan la introducción de la leche, el estudio respaldaría un cambio de la práctica. Lo mejor es hacerlo con un programa de promoción de la lactancia temprana para las madres de bebés prematuros".
Y con el equipo concluye: "Ahora, el desafío es comprender cómo utilizar mejor la alimentación para promover saludablemente la maduración y el funcionamiento de los intestinos inmaduros y minimizar la inflamación excesiva y dañina". 

FUENTE: Pediatrics, online 9 de abril del 2012